sábado, 22 de octubre de 2016

VIERNES FORAMONTANOS Y OTROS CAMINARES (2). BERANGA

6 de octubre de 2016. A Beranga en autobús


17 º C a las 8.45 h. El autobús sale a las 9 h de la dársena 11. El billete, con la tarjeta transporte, cuesta 2´60 euros, ida (sin tarjeta, 3´05 euros). La llegada está prevista, desde Santander, a las 9. 35 h.

Como este trimestre no estoy segura de poder disponer de mi media mañana semanal para recorrer los pueblos de Cantabria (tengo mucho trabajo), aprovecharé las idas a los talleres para conocer un poco más los lugares.

Día lluvioso. Me he puesto las botas, aunque no la gabardina: aún hace calor (17 grados antes de las 9).

En la glorieta de Valdecilla hay mucho tráfico, no sé si el habitual o porque hoy llueve, y la gente, en vez de sacar el paraguas, saca el coche…El cielo, negro, amenaza, pero de momento no llueve.

De la estación salimos con unos minutos de retraso. El conductor no ha repasado los asientos en busca de basura: en el mío, en la rejilla, han dejado un danacol, o similar, y lo que parece el plástico de una cajetilla de tabaco.


Paso ante las marismas Blancas y Negras y recuerdo los días que estuve recorriéndolas el curso pasado (http://ficcionesdeloreal.blogspot.com.es/2016/04/diario-de-una-viajera-en-autobus-9.html. LAS MARISMAS BLANCAS DE EL ASTILLERO.
http://ficcionesdeloreal.blogspot.com.es/2016/01/diario-de-una-viajera-en-autobus.html. LAS MARISMAS NEGRAS DE EL ASTILLERO).  Veo la estación de tren de La Cantábrica y paso ante la estación de autobuses de Astillero.

Parece que quiere despejar. La carretera está seca en Solares. En Hoznayo y Hoz de Anero veo alguna casa que me gusta.

El autobús me deja en la gasolinera y el conductor me dice que la parada, a la vuelta, es en la marquesina que está un poco más abajo.

La entrada al pueblo es un poco “desolé”. Me confundo y, pensando que el Ayuntamiento ha de estar en el centro, tiro de frente hacia las tiendas. Pero no, está en sentido contrario, cerca de la gasolinera.

He llegado hasta el cartel que señala la estación de FEVE, subiendo una cuesta, pero no sé a qué distancia estará. Igual un día hago la prueba…

La señora a la que pregunto por el Ayuntamiento, me dice: “¿Ves donde están las banderitas…?”. Le digo que sí, pero no las veo. ¡Ah! Están a la izquierda, no a la derecha, frente al bar restaurante El ferial, menú 9 euros.


Junto a la marquesina, lo que pensaba era la escultura de un ciclista, es el monumento en acero corten homenaje a Ángel Nieto por parte de grupos moteros, motos Lolo y más personas e instituciones.

A las 12 y 20 vuelvo a Santander con el sol un poco “picón”, con nubes pero sin lluvia… El taller ha ido estupendo, y el lugar, diáfano, en la parte de arriba del Ayuntamiento, es magnífico.


Ida y vuelta: 5´20 euros. Sin tarjeta, sacando ida y vuelta: 5´80 euros…

Jueves, 13 de octubre de 2016. A Beranga, en tren

Dicen que Beranga deriva de “veranica”, que quiere decir “lugar donde pasta el ganado en el estío”…

A las 7.43 h hay 16º C. Creo que hoy me va a sobrar el forro polar…, aunque sea fino (o no…).

El tren con destino Bilbao, en la vía 7, sale a las 7.55 h y tiene la llegada a Beranga a las 8.42 h.

Va poca gente, sobre todo jóvenes que van oyendo música, dando un repaso a los apuntes o consultando el móvil. Son dos vagones bastante nuevos, tapizados en color rojo sangre. Aún es de noche.

Vamos a paso mosca. En el apeadero de Nueva Montaña, hay un señor con gorro de lana. Un poco exagerado, me parece.

Maliaño está iluminado con luces naranjas. El cielo se va tornando azuloscurocasinegro, como la película…, y las “hogueras” de las chimeneas son lenguas anaranjadas en la noche.

En Astillero, las marismas negras reflejan las farolas. En Heras, de donde traen el pan del “Machi” -tan rico, con tomate y aceite-, el cielo está negro, no sé si de sur o de que va a caer un chaparrón. La mayoría se baja aquí. ¡Claro: van al instituto…! En la marquesina, alguien ha hecho la gracia de rellenar la H de Heras hasta conseguir que ponga Peras.


Antes de llegar a Orejo, el búnker del Santander parpadea con dos lucecitas rojas en lo alto de la chimenea. Los plumeros están por todas partes.

En Orejo estamos parados unos minutos. El revisor cabecea en los primeros asientos, sin nadie a quien picar el billete. La estación muestra humedades en su cara oeste, de donde llegan las lluvias con el (viento) gallego.

En Puente Agüero el día está gris, pero aguanta. Con la luz, tan tibia, los colores del paisaje están suavizados y parecen al pastel.

Antes de llegar a Beranga, se despliegan praderías con ovejas. El bosque primitivo, a mi derecha, y plantaciones de eucaliptos, a la izquierda. Luego, el paisaje entreverado, o intercambiándose, a placer.

Desde el tren, ya se ve que Beranga ha tenido un desarrollo turístico en forma de urbanizaciones y adosados, pero…, al bajar, huele a abono,  a la vez que se oye el tráfico de la autovía. El revisor se apea conmigo. La estación está tan sólo a unos 200 metros de la carretera general que atraviesa el pueblo.


En la Nacional 634, en uno de los donuts, se anuncia un “Museo de la campana”, pero no sé a qué distancia estará [9 kilómetros. Bufff]. ¡Qué pena no haber traído mi podadera: algunas bardas cuelgan hasta el suelo…!

Antes de investigar un poco más, me tomo un cortado delicioso (1 euro) en La Brena.


Luego cruzo sobre el río Campiazo por un puente de madera entre tubos azules. Otros dos pasan sobre mi cabeza a buena altura. El río, lleno de alisos, hace un poco de espuma. Una casa sobre el río, se vende; no me extraña. Ahí te coges un reúma…

En la carretera que va hacia Hazas de Cesto y Solórzano, en el arcén, han pintado de rojo un camino para peatones, supongo que pensando en los peregrinos que vayan al albergue de Solórzano. Para que no se jueguen el tipo.


Pregunto a un paseante que lleva dos años en Beranga si el camino rojo llega hasta Hazas, y me dice que sí. También le pregunto  por un sendero que me parece entrever al otro lado del río, pero me dice que él no se ha adentrado mucho, aunque la gente del pueblo lo recorre habitualmente, y que el día anterior tuvo la desagradable experiencia de encontrarse con un corzo abatido (supongo que ilegalmente). “Llamé a la Guardia Civil…”.


Frente al cartel que señala el comienzo de Hazas de Cesto, otro que indica un campo de tiro de paintball, a la izquierda, en dirección al río. Decido tomar por ahí. Junto a una especie de molino, sale una carretera que sube, pero son las 10 y no estoy segura de que salga a Beranga, así que me doy la vuelta. Otro día, más…


Jueves, 20 octubre de 2016. A Beranga, de nuevo en bus

A Beranga (destino final: Santoña), puedo ir en dos compañías: Turytrans (ALSA), que sale de la dársena 11, y Palomera, que va por Somo (dársena 8). Pero la tarjeta transporte solo me cubre el ALSA, y además, me hace descuento, así que ¡allí vamos!

Cuando salimos de la estación subterránea, un habitual suplica al conductor que le abra la puerta. Otro, que va en el autobús, quizá su amigo o su compañero de trabajo, también le implora. Pero el conductor le dice que no puede abrir fuera de la parada y, después, se justifica ante los pasajeros contando casos de despido, multas de 300 euros y gerentes que desde el bar El Español vigilan que se haga lo correcto…

Un parroquiano aporta su caso: “A mí el otro día no me paró, a las 6.30 h de la mañana, el autobús que iba al aeropuerto. ¡Y no había nadie en  la calle…!. Tuve que coger un taxi que me costó 16 euros…”.

Luego, siguen con el repaso a la actualidad: los incidentes en la Facultad de Derecho, la política nacional…: “Lo que hace falta es que el PSOE se reorganice bien…”. “Sánchez se ha ido diez días a Chicago, en bisnes. ¿A quién le permiten eso en su trabajo…?”. Una señora que se sube en Solares aporta su granito de arena: “Dicen que a los jubilados quieren quitarles la paga de Navidad…”. La cosa se anima: “Lo que tienen que hacer es devolver todo el dinero que han robado…, pero prefieren ir a la cárcel…”. “¿Y para qué queremos gobierno…? Para nada…”. “Pero todos siguen cobrando…”.


Entretanto, hemos dejado atrás las marismas de Astillero, hoy con marea alta (veo el puente nuevo que estaban haciendo el año pasado) y estamos atravesando Hoznayo al que, la feria de San Lucas de ayer, ha dejado lleno de kilos de basura.


Según el periódico, la de Hoznayo es, junto con la de Los Santos, de Potes, la cita ganadera más antigua de la región. “Sus orígenes se remontan a la Baja Edad Media (1521)…Una de las señas de identidad de San Lucas es precisamente el ganado caballar, mular y asnal…”.

En Beranga, como tengo tiempo antes del taller, me tomo un cortado en el bar La Brena. Porrones y picoteo. La próxima vez, probaré el bar Beranga. Hay que repartir…


El “camino del río” transcurre entre eucaliptos, a la derecha, y vegetación de ribera (fresnos, chopos, alisos), a la izquierda. Hago un circuito circular de apenas un par de kilómetros (uno de ida, hasta el puentecito de piedra, y otro de vuelta). Se ha convertido en mi paseo favorito…



sábado, 8 de octubre de 2016

VIERNES FORAMONTANOS Y OTROS CAMINARES (1). MAZCUERRAS

7 de octubre de 2016

Aprovechando que, esta tarde, empiezo un taller en la biblioteca de Mazcuerras, y que hace bueno, he venido un poco antes para “andar Luzmela”, el nombre que le diera Concha Espina al lugar en una de sus novelas.


Frente a Las Magnolias, un cartel detalla la ruta. Sigo las señales hasta llegar a un puentecillo de madera sobre un arroyo. El poste dice: “Ruta de los Foramontanos. A Cos 1´5 km”. Lo comparte con el sendero de largo recorrido GR-76 (pintado en rojo y blanco).


En el río Saja, que no va muy lleno, veo varias lavanderas andando sobre las piedras, y una pareja de garzas sobrevolando el cauce.

A las 12.40 h (he empezado a caminar a las 12) estoy en Pedromozo. Esta vez no han destrozado el panel informativo. Hasta ahora solo me he cruzado con un señor, de vuelta, una señora con chándal, en bici, y un ciclista vestido de ciclista.

El circuito coindice con el sendero de pequeño recorrido (amarillo y blanco) PR-S 120. En Carrejo, a donde llego sobre las 13 h, el cartel me dice que el camino que he seguido es la Senda fluvial El Minchón. 3 km/1 hora (ida). Transcurre por la orilla izquierda del río Saja, entre Carrejo y Ontoria. Me apunto para el próximo día que he llegado hasta el molino harinero, muy cerca del Museo de la Naturaleza de Carrejo. Ahora, ¡a volver!


Sobre las 14 h estoy de nuevo en Mazcuerras y busco un sitio para comer. En el centro solo se toman vinos, pero me indican un lugar en las afueras: la taberna Placidín, en dirección a Cos, por la carretera.

Del menú (10 euros), escojo unas alubias y unas albóndigas de la casa acompañadas por una tarta de pera. Levito… Todo está delicioso.

Ahora, a pasear de nuevo, para no hacer “la boa”.

Mazcuerras está lleno de arte. Es la exposición “Landart. Arte en el pueblo”, de Aselart. Nada más llegar al pueblo, me habían llamado la atención unas fotografías silueteadas a tamaño natural de personas vestidas como antaño. Las ha recopilado José Antonio Andrés Vera (son 36 de las 4.000 de que dispone) y han sido colocadas en calles y rincones a los que estuvieron vinculados dichas personas.



Después, en la quietud de las horas de siesta y de un octubre luminoso, me sumerjo en los Viveros  Escalante, llenos del colorido de flores y hojas otoñales. Me encanta una crossandra de color naranja (pero es delicada y yo solo quiero cosas que “se cuiden solas”). También veo un serbal – que me enamora desde que lo vi en Escocia, asociado a mis amigos mañaneros, los cuervos. Pero todos los ejemplares son demasiado largos para caber en mi coche… Así que, al final, elijo una cineraria, de color gris y hojas carnosas, que siempre me ha gustado.


Luego, cojo el camino que se eleva sobre el pueblo, desde donde se divisa todo el valle, quieto y tranquilo. Y bajo a sentarme en el banco junto a la biblioteca.

Las hojas secas van correteando sobre lajas y adoquines al compás de los soplos de la brisa. La casa de Josefina Aldecoa está con las ventanas abiertas, ventilándose… A las 16 h el cielo se va enmarañando de nubes y el sol desaparece a ratos. Me quedo medio adormilada. Si no fuera por el tráfico, esto sería idílico…